domingo, 3 de julio de 2016

¿Es posible emprender con poco dinero?


Emprender, ejecutar y concretar el tan anhelado sueño de desarrollar una empresa propia, es un desafío que requiere de mucha paciencia y coraje. Un sondeo realizado por el Instituto Nacional de Juventud (Injuv) indica que uno de cada tres jóvenes en Chile está dispuesto a lanzar su propio emprendimiento (sera real ese numero¿?). No obstante, muchos de ellos no lo concretan por miedo a no tener el capital necesario para invertir en esta aventura. Pero, ¿qué tanta solvencia monetaria necesitas para comenzar a dar los primeros pasos en el mundo empresarial?

Contrariamente a lo que se puede pensar, muchas veces el dinero no es lo principal ni lo único que se necesita para tomar este camino. De hecho, existen muchísimos nuevos y exitosos negocios cuya inversión inicial contó con muy pocos ceros. A continuación se presentan 6 claves para emprender con poco dinero.


1. LIMÍTATE AL TERRENO QUE CONOCES.

Por más que luego decidas expandirte hacia otros rumbos, es fundamental que, al menos en un primer momento, te enfoques en el terreno que conoces a la perfección. Así te manejarás con mucha más seguridad, sabiendo cuál es tu nicho y cómo dirigirte a él para conquistarlo.


2. EVITA PAGAR RENTAS.

A menos que estés considerando abrir un restaurante, un bar o una despensa, evita a toda costa comprometerte con un contrato de alquiler de un espacio físico. Piensa la manera de transformar tu casa en tu oficina, isla de edición, taller de costura, etc. Apóyate en la web y utiliza tu casa como centro de operaciones de tu empresa.


3. ELIGE BIEN TU PERSONAL.

Quizás el volumen de trabajo sea demasiado y debas contratar ayuda externa para poder cumplir con tus clientes. No obstante, debes tratar de reducir tu personal al máximo y pagar únicamente los salarios de los trabajadores que sean esenciales y básicos para el desarrollo del proyecto.


4. ELABORA UN PLAN DE NEGOCIOS.

La única forma eficaz de invertir con éxito el escaso capital que dispones es elaborando un plan de negocios. Debes tener claro que mientras mejor tengas definidos tus objetivos, mejores serán los resultados y el dinero que tienes te rendirá mucho más tiempo.


5. REALIZA EVALUACIONES FINANCIERAS PERIÓDICAS.

Dado que cuentas con poco capital para invertir en tu negocio, es fundamental que realices evaluaciones cada dos o tres menes para analizar cómo puedes aumentar tus ingresos y reducir tus gastos.


6. UTILIZA INTERNET A TU FAVOR.

¿Qué mejor momento en la historia para emprender que la era 2.0? Piénsalo. El mundo está a sólo un click. A través de la red puedes posicionar tu empresa, construir una marca, conseguir clientes e inversores, construir una red de contactos profesional e incluso realizar cursos online gratuitos para formarte en cuestiones de administración de empresas.









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¿Cómo saber cuándo es un problema?

Detectar un nomofóbico no es difícil, su conducta es muy perceptible: si la persona no se despega del aparato en todo el día, por ejemplo lo lleva consigo hasta cuando cambia de habitación o de oficina por un breve tiempo; lo tiene siempre cerca aunque no lo esté utilizando, se enoja si no puede revisar sus mensajes o si no hay conexión, la interacción social se sustituye por la tecnológica, entre otros.  Definitivamente existe un problema cuando usted llega a pensar que esta persona le responderá más rápido si le envía un mensaje de texto que si le dirige la palabra.

En algunos casos como en el trabajo, la línea entre ser adicto y de verdad utilizar el celular por motivos laborales, es muy delgada y puede ser difícil de delimitar. Cierto que el trabajo de algunas personas requiere una conexión constante de 24 horas en ocasiones, y sin embargo el mismo trabajo debe respetar los espacios básicos de la vida y el celular es una herramienta de trabajo que no debe convertirse en nada más que eso.

En la pareja puede traer serias consecuencias como el detrimento de la calidad del tiempo juntos, disminución de la comunicación frente a frente, disminución de las actividades en conjunto (mientras uno almuerza, el otro revisa las noticias online), disminución de la vida sexual, del tiempo de familia, entre otros.

A nivel familiar las consecuencias se extienden y los hijos aprenden patrones de comportamiento donde “mi papá siempre está al teléfono” o “mi mamá nunca apaga la computadora”, esto adicionado al ya común comportamiento adictivo de los jóvenes con la tecnología.  En cualquiera de los dos casos, si usted no desea que sus hijos o su pareja sean móvil dependientes, empiece por no serlo usted.


¿Cómo lidiar con esto?

Si usted es adicto/a al celular, intente controlarse pensando en las consecuencias que ello tiene para usted y su familia.  Trate de apagar el teléfono cuando llega a su casa, y concéntrese en la cena y demás actividades familiares.  Piense que cuando encienda el teléfono los mensajes seguirán estando allí.

Converse con su pareja o familia sobre algunas pautas a seguir respecto al uso de la tecnología, por ejemplo evite usar el celular en situaciones sociales: la cena familiar, cuando ven una película juntos, el tiempo de lectura, cuando hacen ejercicio, o juegan con los niños.

Destine tiempo al día para revisar su teléfono, es decir planifique en qué momento revisará las noticias, el correo, redes sociales, mensajes, etc.  Esto para evitar la compulsión a hacerlo cada 5 minutos aunque ya sepa que no hay nada nuevo.  Puede destinar un espacio en la mañana y en la tarde si esto le hace sentir mejor, pero debe respetar los tiempos en los que no debería estar “pegado a su teléfono”.

Si ya ha intentado sin éxito, busque ayuda, un experto podrá recomendarle qué hacer ante esta situación.

Recuerde: los inventos modernos surgen con la intención de facilitarnos la vida, no de perjudicar nuestras relaciones.  Mire a su alrededor, valore a las personas que tiene a su lado; los teléfonos y demás aparatos electrónicos son sustituibles, su familia, pareja y amigos no lo son.